mickeyAyer mismo se celebraron las elecciones para que los ciudadanos andaluces decidiésemos “democráticamente” qué partido político queremos que nos represente. Democráticamente va entre comillas porque, no sólo es que la democracia sea la dictadura de la mayoría que vota (un nada despreciable 40% no va a las urnas, muy mal hecho), sino porque la gente está lo suficientemente aborregada para creer que decide, para cumplir lo que le dice la tv, para ignorar lo que no sale en los medios, porque las circunscripciones y la ley electoral favorecen a los partidos más votados, y porque al final una vez votados hacen lo que les da la gana. Por mucho que el voto sea libre, yo veo trampas. Psicológicas y de otros tipos, pero en definitiva trampas. Al final de la jornada electoral de ayer, en un principio no salía de mi asombro: en el primer puesto encontramos al PSOE y en el segundo al PP. Para los que no controlen a estas alturas: ambos partidos son los que llevan años desmantelando el estado de bienestar, favoreciendo a bancos y empresas que perjudican al pueblo, impulsando el amiguismo y el caciquismo, mirando siempre por sus intereses y su poder, engañando a la gente y aprovechándose de su incultura, la misma que perpetúan con su sistema educativo y con el control de los grandes medios de comunicación. De fondo, tienen una banda sonora de corrupción que les acompaña de miles de millones de euros. Casi nada.

Después de flipar un rato con los resultados electorales, ya empiezo a atar cabos. Vuelvo a La Tierra de uno de mis habituales viajes mentales y recuerdo que estamos en España. España es un país muy particular. Es un sitio donde la mayoría ve normal que se maltraten toros como forma de espectáculo, hasta el punto de llamarlo Fiesta Nacional, pero luego a esos mismos les da mucha pena los gatitos de la calle. Es el mismo sitio donde nadie se escandaliza cuando el vigente mejor futbolista del mundo, Cristiano Ronaldo, se tira en el área para engañar al árbitro y conseguir un penalti, como si su calidad, compañeros de equipo y sueldo no fuesen suficientes como para no necesitar hacer trampas. Es ese sitio donde un padre no quiere que nadie mire a su hija de la manera que él mira a las hijas de otro. Es el tipo de sitio donde hay programas de telebasura que son líderes de audiencia pero que nadie reconoce ver. Es el mismo sitio en el que las parejas tienen prisa por ser padres para luego darles a la criatura la tablet para que no moleste.  Es el sitio en el que personas que consumen antidepresivos, alcohol y tabaco critican a quien consume marihuana. Es ese sitio en el que cuando se pone un stand de muestras gratuitas la gente coge todas las que se puedan aunque no les hagan falta porque son gratis.  Ese sitio en el que ves en la tele una mujer a la que van a desahuciar de su casa porque hace dos años que no paga pero está embarazada de siete meses. Ese país en el que hay parados que llevan móviles de 700€. Es ese país en el que se va a tirar el vidrio al contenedor verde pero las cáscaras de pipas sentado en un banco se tiran al suelo. Es ese país en el que se presume de estatus personal al tiempo que se habla a voces limpias en un bar. Es ese país en el que se usan gafas sin graduación porque es guay pero al aparcar se ocupan dos plazas. Es ese país en el que se pide un menú grande de McDonalds con Coca Cola Light que no engorda. Es el tipo de país en el que se exige que las personas que se dedican a algún aspecto cultural como forma de expresión lo expongan gratis pero se paga 60€ por ver un partido de fútbol.  Es el tipo de país en el que los amantes de los animales los guardan en jaulas. Es el tipo de país en el que se cree que una figura de madera puede curar una enfermedad pero una dieta de alimentos específicos no. Es ese país en el que ves a cuatro personas en la mesa de un restaurante de las cuales tres están hablando a la vez y una está mirando el móvil. Es ese país en el que la gente vota a los mismos que se gastan el dinero del contribuyente en lujos, coca, putas, lencería, fiestas, viajes, coches y propiedades. Y es que, al final, si te fijas, las elecciones andaluzas son lo de menos, porque cuando pienso todo esto, el flipe se me pasa. De repente todo me cuadra y, lastimosamente, me digo: “como país, tenemos lo que nos buscamos”.

El mundo no está en peligro por las malas personas sino por las que permiten la maldad.
Albert Einstein

Yo, definitivamente, debo ser de otro planeta. Que me deporten ya, por favor, que la nave no me arranca.

=HoZoNe=

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