El 3

Los números representan realidades, de la misma manera que las palabras despiertan en nosotros estados mentales. Por ejemplo, palabras de odio comúnmente suscitarán un estado de odio. Con los números sucede igual, pero el estado que despiertan en nosotros es mas difícil de definir con palabras. Aún así se puede intentar.

Para definir lo que el 3 simboliza empezaremos por la realidad que el numero 1 esconde. El 1, la unidad, engloba el todo, pero un todo concreto, mayor al comunmente usado que contrapone “TODO/NADA”. La unidad es a la vez todo/nada, nada puede quedar fuera de su realidad.

Sin embargo, el 2, la dualidad, si sería la contraposición del todo frente a la nada, esta vez un todo reducido diferente a la nada. Por ejemplo: bajo la óptica de la unidad el amor y el odio formarán parte de un todo, es decir , serian extremos de una misma cosa. Bajo la visión del dos esa misma cosa es dividida (propiedad de los números pares) dando lugar a dos realidades opuestas.

El tres, número impar, vuelve a unificar, y aporta una nueva característica frente a la realidad del uno. Si bien el uno englobaba todo y nada quedaba fuera de ese todo y el dos dividía ese todo dando lugar a la dualidad, el tres vuelve a unificar esa dualidad pero esta vez siendo consciente de ella. Este es el aporte frente a la realidad del 1, cuando llegamos al 3 venimos de la dualidad y bajo nuestra observación decidimos unificarlo. Esto es , en el uno no existe ni bien ni mal sino que todo forma parte de lo mismo. Cuando llegamos al 2 las cosas se dividen, aparecerán el bien y el mal. En esta fase también dará a luz el YO, el mundo interno frente al mundo externo, el esoterismo en contraposición del exoterismo. Cuando llegamos al tres venimos de una realidad dividida (par) y volvemos a unificarlo todo. Aquí nace la voluntad, es el YO quien decide unificarlo todo y observa que bien y mal es lo mismo y lo unifica. Todo esto se esconde en una simple suma 2+1 = 3 / 1+2 = 3,  esto es, el 3 reúne la dualidad y la unidad, dentro de su realidad, lo que aporta una consciencia del YO en el TODO. El Yo forma parte del todo pero existe una diferenciación entre el YO y el TODO, y el tres es el encargado de mostrárnosla.

La dualidad crea conflictos. Mejor dicho, es un conflicto en si misma, una inteligencia basada en la dualidad resulta simple y predecible para una inteligencia basada en la trinidad. Por ejemplo: en una discusión, inteligencias basadas en la dualidad trataran de llevar la razón o de quitar la razón de la inteligencia oponente.

El bien y el mal son una expresión de la dualidad, una inteligencia que juzga de bueno o malo algo, simplemente esta reafirmando el lado que ocupa dentro de
la dualidad existente en su realidad. Por ejemplo, en la guerra un bando califica al otro bando como malo, por lo tanto se están autoproclamando como buenos. El afirmar que los otros son los malos conlleva que ellos mismos son menos malos que los otros o lo que es lo mismo, buenos. Esto sucede en ambos bandos por igual,
exteriorizan lo malo y se autoproclaman los buenos. Esta actitud puramente dual impide el desarrollo, puesto que los otros siempre tienen la culpa y jamas podremos asumir para cambiar nuestra parte del mal, acto necesario para la eliminación de dicho mal.

Nuestra Inteligencia puede adoptar la dualidad como realidad pero la realidad no es una dualidad. Basar tu inteligencia en la dualidad conlleva que jamas podrás comprender nada, simplemente asumirás tu lado y lucharas contra el lado rival.

Basar tu inteligencia en la trinidad conllevara la comprensión de los lados opuestos y una mayor libertad de pensamiento.

Otro día hablaremos del 4.

=FoyoNe=